·Échame la culpa otra vez.
Y una hermosa taquicardia
me sorprende de camino
y ahora que nos lamentamos,
saca lo que quieras de mí.
Será la extraña confusión
la que me arruga el corazón,
seremos carne de cañón de madrugada.
Y es esa estúpida canción
la que me trajo esta traición
porque me clavas el arpón
con la mirada·
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