Es muy difícil definir su forma de ser. Puede ser muy cariñosa por momentos y después no querer ni verte. Es inmadura 360 días al año, aunque los otros 5 cambiará si realmente lo necesitas. Su estado de ánimo varía en cuestión de segundos (no depende del día del mes). Te necesita, pero no va a reconocértelo a no ser que esté a punto de perderte. Es independiente, creo que más que cualquiera de las mujeres que hayas conocido nunca. También es libre, aunque emocionalmente frágil. Odia tener que arreglarse cualquier día, pero cuando lo elige da todo para prepararse y coquetear. Adora las caricias en la espalda y las sonrisas de medio lado. No soporta que la mientan y menos si sabe la verdad de antemano. Susurra a los pájaros porque piensa que pueden comunicarse con el resto del mundo. No cree en nada que no vea con sus propios ojos, pero respeta todo lo que pueda ser importante para los demás. Desgasta los zapatos que más le gustan por ponérselos demasiado, valora las muestras de cariño e intenta que nada afecte a las personas de su alrededor.
La critico por llevar el corazón en la mano y regalárselo a cualquiera, por no quererse lo suficiente y por dejar que la opinión de los demás la afecte demasiado. Pero también la apoyo por defender sus ideales, y por dejarse sorprender por nuevas identidades.
Le cuesta relacionarse, juega al despiste cuando su mirada se cruza con la de alguien interesante, da dos pasos hacia atrás si algún guapo desconocido le pregunta si conoce un bar al que acudir y pongan buena música. Rechaza las falsas sonrisas, los abrazos sin sentimiento y las lágrimas tóxicas. No llora delante de nadie si no va a ser de felicidad o por pura tristeza. Creo que es empática y además adora a los gatos (qué broma de mal gusto), colecciona frases que la identifiquen y dibuja garabatos en una libreta que nunca acaba de llenar.
Le gusta la música y no diferencia géneros, sólo la distingue por emociones. No es una entendida de cine, pero puede verse mil películas un fin de semana cualquiera. No sale mucho de fiesta, y aunque también adore bailar, prefiere tumbarse al sofá y llorar con los capítulos de su serie preferida. Siempre lleva las uñas pintadas y la coleta desecha, zapatillas de deporte y una sudadera ancha. Juega con su pelo cuando está distraída (suele ser la mayor parte del tiempo) y muerde el tapón del boli.
No es el prototipo de chica que llama la atención, y tampoco es que saque a relucir su personalidad a menudo; pero si te sonríe, lo hace de verdad. No se esconde. No te miente. Si te sonríe, es porque te aprecia.
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