lunes, 29 de junio de 2015
Sexo en Nueva York
jueves, 4 de junio de 2015
CÁNCER
Es una mujer fiel, protectora y amante de su hogar, con períodos en los que necesita soledad y silencio.
La conquista de una canceriana es una ardua tarea, ya que no entrega su corazón fácilmente.
Detrás de su aparente fragilidad se esconde un carácter firme que cuando dice “no”, ¡es “no”!
Para que se enamore primero necesita saber que es amada. Deberás darle pruebas de amor diarias, ya que adora que la llenen de atenciones.
Lo importante es ser siempre romántico: cartitas en lugares que la soprendan, mensajes por celular, llamadas diarias... regalos ocasionales serían lo ideal. Le fascinan los mimos.
La velada ideal sería: una buena comida, música tranquila, mirar una película y regalarle un bonito ramo de flores. Todo esto es importante para ella.
La mujer de cáncer es una de las más refinadas y soñadoras del zodíaco, odia la vulgaridad y ama a los niños.
La gusta el hombre con estilo tradicional, conservador, protector y muy sensible. Deberás ser educado, amable, esto es fundamental para impresionarla.
La cangrejita busca un hombre suave y tranquilo pues detesta discutir y pelear. Tendrás que brindarle seguridad y que sueñe con tener un hogar con muchos hijos. Si esas no son tus intenciones es mejor que ni te acerques.
No se desprende con facilidad de las cosas ni de las relaciones, tiene un gran aprego hacia sus seres queridos como también hacia aquellas cosas con un valor emocional...
miércoles, 3 de junio de 2015
Si una vez me destrozaste parece más un sueño que algo que viví...
Llegaste como un suspiro, fue verte y saber que eras tú, que ya no querría conocer a nadie más porque desde el primer minuto estaba segura de que tus manos iban a ser las que me recorrieran la espalda, la puerta de tu casa sería la que estuviera siempre abierta para mí y viceversa... Fuiste mi pérdida de aliento durante 18 segundos, el tiempo justo para no perder el equilibrio y caerme de bruces ante ti y no parecerte la chica patosa y torpe que soy en realidad. Te acercaste como si sólo yo pudiera hacerte respirar (aunque quizá eso solo era un reflejo de lo que tú significaste para mí). Y sin embargo, parece que la vida una vez más quiso reírse de mí. Porque te llevó. Tal y como llegaste, te fuiste. Y contigo se fueron también mis suspiros, mi aliento y mi aire. Me quedé con ganas de pedirte que fueras el amor de mis vidas (de todas las que vayamos a vivir), se quedaron dentro de mí tantos besos que te hubiera dado, tantas caricias que nuestra cama hubiera aguantado, tantos mordisquitos que mi clavícula te hubiera pedido... Pero de nuevo me quedé yo, sin ti, sin poder hacer nada mientras te veía desvanecerte. Ya se me hace difícil hasta sonreír si no eres tú quien me da los buenos días, si no son tus ojos los que, despacio, me recorren de las palmas de las manos a las plantas de los pies.... Ya se me hace imposible pensar que alguien más pueda amarme como tú lo hiciste, con tanta delicadeza por miedo a no romperme... Ojalá hubieras sabido antes que al irte serías tú quien me destrozara...
martes, 2 de junio de 2015
Y que la luna se muera de envidia si somos nosotros los que esta vez volamos más alto
Me encantaría mandarte un mensaje y decirte que me llames. Que me hables. Que me consueles. Que me abraces para que pare esta presión que siento en el pecho. Que me des la mano y me
Y no sólo hablo de amor, hablo de suspiros, de caricias, de la sensación de alivio cuando son tus labios los que me rodean. Hablo de las sonrisas que se me escapan cuando te veo cruzar la esquina y acercarte, hablo de cómo la vida se me va contigo cuando sin decir nada te alejas. Hablo de la manera que tienes de enfadarte con el mundo y en especial conmigo, hablo de sacarte de quicio. Hablo también de tus ojos, que me atrapan, que son los únicos capaces de enredarme. Hablo de tus manos, siempre dispuestas a recoger todo lo que soy capaz de destrozar cuando me pongo nerviosa y digo cosas de las que después me arrepiento.
¿Ves como no es sólo amor?
Es transportarme a otro planeta cada vez que sin querer me besas en ese punto donde mis labios comienzan, o cuando me muerdes el puto hueso de la clavícula y todo mi cuerpo reacciona. Es reír de verdadera felicidad mientras lloro porque no me siento capaz de enfrentarme al mundo. Eres tú. Y tu maldita manía de desmontarme.
Pero todo esto es algo que sé que no te diré, que sé que no vas a leer, que sé que se quedará conmigo. Porque yo también estoy jodida desde que te conocí. Y por eso nunca voy a rogarte, y tú nunca vas a ser capaz de quedarte.