"En realidad ella no era guapa ni era bonita, no exactamente.
Ella te aceleraba el pulso de puro deseo desde el mismo momento en el que la mirabas a esos ojos de niña de color avellana. Era una mujer que hacia que te volvieras loco, era perturbadora, desgarradoramente sexy, exquisita, capaz de hacerte sacar el peor de los vicios y sin dejar de mirarte con esa carita de ángel.
Era verdaderamente diferente, era algo más. Mucho más.. "
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