Al principio eran risas, no hacía caso a los avisos,
todo eran besos, compromisos, ¡ay, que mal te quiso!
el tiempo y su paso, se posó como una pluma
pero cayó a plomo como desde un quinto piso.
"Yo te prometo la luna y tú serás mi Diosa"
dijo el gusano, "abrázame, sigue el camino de baldosas".
Pero la cosa es que en verdad él era fuego
sin saber que al fuego es donde van a suicidarse mariposas.
[...]
Pero hay caricias caras, sonrisas infelices,
que se tornan bofetadas, que dejan cicatrices,
y ahí sentada se fue al rincón de su silencio,
gritando por dentro, muriendo en arrecifes,
dicen que fue un error, lo hizo por amor,
que perdió el control, que no sabe muy bien qué pasó,
pero qué sabe un cerdo de estrellas
si los cerdos nunca ven el cielo,
y así entre sus dedos ella se apagó...
que se tornan bofetadas, que dejan cicatrices,
y ahí sentada se fue al rincón de su silencio,
gritando por dentro, muriendo en arrecifes,
dicen que fue un error, lo hizo por amor,
que perdió el control, que no sabe muy bien qué pasó,
pero qué sabe un cerdo de estrellas
si los cerdos nunca ven el cielo,
y así entre sus dedos ella se apagó...
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