sábado, 28 de noviembre de 2015

14.

Prometo esperar cada día un 'te quiero', un 'te echo de menos', un 'vuelve'. Prometo dejarme sorprender con una nota en el frigorífico. Prometo estar por la mañana cuando despiertes y creas que el día va a ser igual que el resto. Prometo darte la mano en los momentos difíciles, cuando el mundo se haya hecho muy grande y la casa te ahogue. Prometo ir a verte a cualquier parte que me pidas, prometo dejarte jugar con mi pelo y acariciarme la espalda. Prometo quererte como nunca antes supe hacerlo... y prometo que será para siempre, aunque me cueste, aunque a veces quiera echarme atrás...
De verdad te prometo dejar la ventana abierta para que el aire pueda entrar por todos sitios y jamás sientas que te encierro, porque cuando más me gustas es cuando eres libre...

miércoles, 25 de noviembre de 2015

La vida de Adèle


Si realmente existen las casualidades, el amor a primera vista y eso tan desconocido que llamamos destino, creo que jamás lo sentí con tanta intensidad. La sensación de vacío, saber que nada más te va a llenar desde que has encontrado su mirada al otro lado de la calle. Porque se supone que de esos momentos está hecha la vida. De las sonrisas que te dejan un vacío en el corazón y de los roces que sin querer te atrapan.






"Entre los jóvenes de los que atraigo las miradas hay uno en particular que yo misma distinguí y sobre el que mis ojos cayeron más voluntariosos que sobre los otros. 
Me encantaba verlo sin ser consciente del placer que me producía. Coqueteaba con otros y no lo hacía con él. Se me olvidaba gustarle, sólo quería observarle."

  
Me encantaría poder describir el amor tal y como lo sienten las personas que realmente están enamoradas, comprender eso de estar completo simplemente porque la otra persona existe, y realmente tu mundo está bien porque ella forma parte de él. Y me gustaría saber hablar de las noches sin dormir, de los domingos viendo una peli, de la complicidad, de los abrazos en el momento justo, de las ganas de besarlo en cualquier lugar. Me muero por saber qué es ser feliz por alguien sin necesidad de esforzarse. 
 "Puede que la dulzura de amar interrumpa el deseo de querer gustar. Este joven, en cambio, me examinaba de forma muy diferente a los otros. De forma más modesta, y sin embargo, más atenta. Sin embargo, puedo asegurar que había algo más serio entre él y yo. 
Los demás aplaudían abiertamente mis encantos, me parecía que a él no le eran indiferentes, al menos yo lo notaba algunas veces... Pero tan confusamente que no podía decir lo que pensaba de él y menos lo que pensaba él de mí."








Te echo de menos. Echo de menos tocarte, no vernos, no olernos.
Tengo ganas de ti. Continuamente. De nadie más. Echo de menos todo. Tengo que reconocer que te extraño mucho. 



Qué bonito el dolor que sentimos cuando perdemos lo que más amamos, y qué guarrada tener que vivirlo. Es una sensación contradictoria, es la felicidad que sientes cuando te lo encuentras sin querer, y es la tristeza de verlo partir una vez más, y que no sea de tu mano. No puedo sentir más dolor que el que siente Emma al perder a Adèle cuando ésta le traiciona. Sin embargo, soy capaz de identificarme con A al darse cuenta de que jamás amará a nadie como amó a E. Y no sólo eso, sino que jamás habrá nadie que la ame como E lo hacía. De esa manera tan admirable y sincera, tan dulce y exótica, tan llena de vida... Siempre se echarán de menos. Pero no podrán ser nunca más una.

Me declaro fan incondicional de esta maravilla que vi. "La vida de Adèle" pasa a ser una de mis películas favoritas desde este instante. Gracias. 

martes, 24 de noviembre de 2015

It's no secret that the both of us
are running out of time.
Hello from the other side,
I must have called a thousand times
to tell you I'm sorry...

{Qué falta de inspiración tengo cuando sé que por mucho que lo intente no vas a volver. Cuánto daría por contarte todo lo que me pasa, cómo me siento, preguntarte qué tal te va en ese sitio del que tanto te cuesta salir... Ver tu sonrisa a través de la pantalla del ordenador, gastarte bromas, ver una película, comentar nuestras series favoritas...}

      Qué duro es ver cómo dos personas que se quieren tanto se pierden poco a poco. Pero más duro es saber que cuando vuelvan a verse van a seguir sintiendo lo mismo, van a seguir buscando su mirada en mitad de la noche, en cualquier lugar. Van a estar pendientes de lo que hacen uno y otro, van a desear que nadie se les acerque porque realmente van a querer seguir mirándose. Van a llamarse la atención a través de los demás, van a endurecer sus rostros cuando alguno de los dos beba más de la cuenta. Van a echarse de menos. Y no hay nada que nadie pueda hacer contra eso... 

domingo, 22 de noviembre de 2015

Diego Ojeda, "Mi chica revolucionaria"

Voy a escribir un poema social
que hable de nosotros. 
Que ser pareja 
no es pintarse en un cuadro
y colgarnos en la pared.
Ser pareja es aprender a hablarle
a la cara al miedo,
encontrar el valor
para mirarse por dentro
para ser más grande por fuera
y encararse a la vida
sin chaleco antibalas.

Si te quedas a mi lado 
no quiero que seamos espectadores
en una vida de bajo coste,
quiero ser el protagonista
de todas tus revoluciones,
escupirle en la cara a los ministros,
insultar al Presidente,
lanzar piedras contra la corona,
fugarnos del país
después de poner una bomba
en la Junta anual de tu empresa
y que hablen de nosotros en los periódicos
y en las puertas de embarque de los aeropuertos.

Mi chica revolucionaria,
ya sé que desfaso demasiado
cuando no duermo, 
pero es que cada día me gusta menos
viajar sin ti,
imaginarte perdiendo el tiempo
en esa oficina de mierda
con vistas a la calle más fea de Madrid,
para llegar a fin de mes
haciendo malabares con mil euros.

Tú y yo no somos de contratos
ni de rutinas indefinidas.
Somos más de comer helado de cajeta
a las tres de la mañana,
y leer poemas en pelotas 
después de corrernos juntos.
Pero a veces me duele el mundo,
y este puto sistema 'devorapersonas'.
Y odio a España,
y a los banqueros,
y a las compañías telefónicas,
y a las aéreas,
y a los obispos,
y a los pedófilos,
y a los fachas progresistas del congreso.

Y nada, 
que te echo de menos,
que voy a masturbarme 
pensando en nosotros,
y voy a despedir a mi psicóloga
para huir contigo,
mi chica revolucionaria.