miércoles, 2 de abril de 2014

La felicidad, toda la vida buscándola.

Quiero que me quieras. Quiero ser tu perfección. Quiero que comprendas que mi sitio es el punto justo en el que acaba tu cuerpo. Quiero ser egoísta hasta la médula. Simplemente tengo ganas de librarme de todo y hacer de una vez lo que realmente me apetece hacer. Besarte. Abrazarte. Acariciarte. Escucharte. Picarte. Sonreírte y hacerte sonreír. Conocerte. Amarte. Corregirte. Aguantarte. Lo que sea, pero contigo. Hacerte saber que a mí me importas, que yo no soy capaz de ignorarte. Puede que sea porque soy demasiado buena, o porque no olvido que al final del día seguimos siendo personas de carne y hueso. Porque necesito ver en tu cara que quieres algo a lo que aferrarte y oír en tu voz el deseo de algo más grande. 

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