sábado, 22 de marzo de 2014

A veces nos aferramos tanto a algo, que terminamos por perderlo. Cuando sabemos que algo ya está terminado, que no hay nada más que hacer, nos aferramos al momento, a las ilusiones, a todo con tal de no perderlo.

  • Y es que de tanto aferrarnos, lo gastamos, lo cansamos y se va... se va sin que lo queramos... Se va sin despedida, se va sin saludo. 

Por eso, si amas algo, déjalo ser. No lo asfixies, ni lo cohíbas del mundo. No lo ocultes, no lo presiones. Déjalo ser, simplemente déjalo ser... 


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